Y si tenemos que dar la vuelta al globo para conseguirlo, lo hacemos. Por eso colaboramos con diferentes recolectores de todo el mundo para conseguir los mejores mazos de cabello natural.
Una vez en nuestras manos, los revisamos con mucho mimo siguiendo un proceso tradicional, manual y artesano. Los lavamos uno a uno, los secamos de forma natural, los peinamos y los categorizamos según su calidad, color y textura.
Así, cuando un profesional contacta con nosotros, estudiamos cada caso y seleccionamos cuidadosamente los mazos que mejor encajan para cada tipo de cliente. Nuestros talleres asociados se ponen manos a la obra y, una vez elaborado el sistema de integración capilar, vuelve a nosotros para que lo revisemos exhaustivamente.
Es el momento de comprobar que todo está tal y como el cliente merece.
Lo lavamos y lo peinamos de nuevo para asegurarnos de que responde a nuestros exigentes controles de calidad. Una vez validado el sistema, se lo hacemos llegar al profesional para que pueda aplicarlo al cliente final, efectúe la personalización estilística que éste precise, y le aconseje sobre sus cuidados.
Porque solo algo cuidado con cariño desde el primer momento puede hacerte sentir tan bien.
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